Cien Invitados a un Bautizo se Marcan un Simpa Épico en un Hotel del Bierzo

Sin pagar más de 2000 euros y tras meterse entre pecho y espalda la cena de un bautizo regada con 30 botellas de güisqui, vino, agua y refrescos. Así se han dado a la fuga los 120 miembros de una familia de Europa del Este aprovechando el momento en que el personal del Hotel y Restaurante El Carmen de Bembimbre (León) les dejó solos para preparar la tarta que debía servirse como postre. ¿Crimen premeditado? ¿Burda improvisación? Lo cierto es que en su huida, los protagonistas de la estafa han dejado más pistas que Hansel y Gretel en su cuento.

Los hechos se produjeron la noche del pasado lunes en un conocido restaurante de Bembibre (El Bierzo) en el que los protagonistas de este épico “sinpa”, celebraban un bautizo con más de un centenar de comensales, lo que hizo a los responsables de El Carmen, contratar un refuerzo de camareros para el banquete.

Prácticamente cerrando el ágape, una pequeña orquesta comenzó a entonar algunos temas musicales del este de Europa, momento en el que el personal hostelero se dirigió a la cocina para servir la tarta. Cuál fue su sorpresa al descubrir que todos los asistentes (que se había identificado como búlgaros) , según han declarado los testigos habían tomado las de Villadiego.

Escaqueo a los postres.

Según declaraba el dueño del establecimiento a Leonoticias, “cuando fuimos al comedor a servir la tarta habían desaparecido”. Tras saltar todas las alarmas, los trabajadores del hotel-restaurante salieron corrieron a la caza de los pícaros, a los que consiguieron alcanzar en el aparcamiento exterior, sin evitar su huida, como ha admitido a la prensa local el empresario dueño del negocio afectado

“Tratamos de pararlos, pero ¿cómo nos ponemos delante de 100 personas?”.

Pese a la superioridad numérica, hicieron el intento de impedir su evasión, pero los fugitivos se pusieron farrucos y uno de ellos casi atropella al dueño del local donde acababan de ponerse las botas. Según una de los testigos, los delincuentes conducían coches de gama alta.

“Pude saltar porque si no me lleva a mí delante”.

El Carmen solo ha podido salvar 900 euros de la señal entregada por los huidos, por la reserva de fecha. Y por las declaraciones del dueño del hotel a Diario de León, se ve que mucha esperanza en ver su trabajo recompensado a la fenicia, no tienen.

“Recuperar el dinero no se recupera en estos casos, porque esta gente es insolvente. En este caso no es el dinero que pierdes sino cómo te queda el cuerpo después de haber estado trabajando tantas horas.”

Desconocemos si los miembros de la orquesta se encuentran entre los fugados.